Cuna de grandes imperios como el Bizantino y el Otomano, Turquía es un país no solo lleno de historia y arte que marcaron el destino de Oriente y Occidente, sino también de tradición, cultura, riqueza natural y una ubicación estratégica envidiable tanto para la economía como para la geopolítica mundial.
Su capital Estambul, antes Constantinopla, antes Bizancio, está rodeada de hermosos mares como el de Mármara y el estrecho del Bósforo. Además, acoge -como Roma- grandes maravillas arquitectónicas como Santa Sofía, la Cisterna Basílica, las Mezquitas Azul y la de Suleiman, entre otra gran cantidad de templos musulmanes repartidos por toda la ciudad, así como la majestuosa Torre Gálata.
Actualmente la gran mayoría de su población profesa la fe musulmana, con minorías de cristianos y judíos, lo que le da un cariz muy particular principalmente en zonas urbanas como la cosmopolita Estambul.
La larga y compleja historia de esta nación, es solo una de las razones por las que anhelé tanto visitar este maravilloso país, digno de ser visitado más de una vez, ya que tiene mucho qué ofrecer en experiencias y conocimientos.
Fotos: Iseca y AleNog